lunes, 13 de abril de 2015
Cuadro del Renacimiento
La Mona lisa
DESCRIPCIÓN OBJETIVA Y SUBJETIVA
La mujer retratada es Madonna Lisa, la esposa de Francesco del Giocondo, de donde también toma su sobrenombre. Aunque algunos críticos han afirmado que podría ser un auto-retrato del autor con apariencia de mujer.
El paisaje de fondo es agreste, salvaje y de un matizado tono azul.
En esta obra se ven reflejadas todas las características de pintura de Leonardo: el empleo del sfumato (la técnica de difuminar suavemente los rasgos hasta hacer indefinibles los contornos).
Colores que utiliza : ocre quemado para sombras oscuras, albayalde y amarillo sulfuroso para los colores carne.
La composición está formada por dos planos, la Gioconda (podríamos decir que forma una composición triangular) y el paisaje.
La Gioconda es el comienzo del paisaje y el cielo, que asciende hacia el horizonte, es el final, ya que todos los elementos del paisaje se confunden entre sí, porque las líneas de contorno están muy poco marcadas, utiliza la técnica de sfumato, difumina los rasgos hasta hacerlos indefinibles.
Utiliza colores ocre para las sombras oscuras, albayalde y amarillo sulfuroso para los colores carne. Para el paisaje utiliza el negro, tonalidades de marrón y gamas de azules, difuminando el color para marcar la lejanía y proximidad del paisaje, que se percibe pero no se determina.
Hace un uso sombrío de la luz tanto en el retrato como en el paisaje. Progresa desde el fondo, se concreta en la transparencia de los velos, en los pliegues del vestido, entre los cabellos, y resbala sobre el rostro y las manos haciendo sentir bajo la piel diáfana, el pulso de la sangre.
Parece, por estas indicaciones, que la figura representada es Lisa Gherardini, casada con Francesco Bartolomeo del Giocondo, que nacida en 1479, concuerda con la edad de la representada en 1503, cuando Leonardo inicia la obra.
Podemos clasificar esta obra como el retrato más famoso de toda la historia de la pintura.
El paisaje, en continuo movimiento se conforma mediante ríos que fluyen, brumas, vapores, rocas deshilachadas, juegos de luces y vibraciones de colores. Nada hay permanente, todo se trasmuta y se funde, en una visión de paisaje irreal, esencia de la naturaleza. La belleza estriba en ese continuo ser y no ser, hacerse y deshacerse; la mujer en comunión con la naturaleza se integra y forma parte de ella, convirtiéndose igualmente en fondo.
En la obra no importa solo la grandiosidad de la imagen, lograda por la perfecta definición del modelado , sino la plasmación de esa belleza ideal, tan buscada e investigada por Leonardo. La fusión entre el sentimiento del ser humano y la naturaleza es el reflejo de esa belleza, que se manifiesta en el perfecto equilibrio y armonía del rostro de la figura y en su sonrisa enigmática.
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La descripción subjetiva (la tuya) no la has hecho. Adem´s, no citas las fuentes de donde has tomado toda esta información.
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